martes, 27 de julio de 2010
Órdenes de equipo, tan viejas como la F1
Las órdenes de equipo han existido desde el mismo inicio del campeonato del mundo de Fórmula 1. Pese a las críticas que están recibiendo Ferrari y Alonso, sería necesario recordar otros casos, u otros tongos.
Para empezar, en los primeros años del Mundial se compartían incluso los coches y, en caso de avería de uno de ellos, el piloto, en vez de retirarse podía subirse al coche de un compañero y al final de la prueba se repartían los puntos.
En el Gran Premio de Gran Bretaña de 1957, disputado en el circuito de Aintree, en Liverpool, se produjo el hecho histórico de la primera victoria de un coche británico (Vamwall), pilotado no por uno, sino por dos pilotos británicos.
Stirling Moss, que había logrado el primer puesto en la formación de salida, se tuvo que retirar en la vuelta 51 de las 90 de que constaba la carrera por un problema en el motor y se subió al coche de su compatriota Tony Brooks, que llegó a la meta en primera posición.
Primer problema de Ferrari
El accidente de Lorenzo Bandini (Ferrari) y Graham Hill (BRM) en el Gran Premio de México de 1964 que terminó con la eliminación del segundo y la perdida del título mundial, en beneficio del Ferrari del británico John Surtees, fue considerado entonces por muchos como una consecuencia, extrema, de las órdenes de equipo.
Los italianos, en la picota
La prohibición de las órdenes de equipo llegó al inicio de la temporada 2003, después de dos casos de difícil justificación, cuya responsabilidad recayó sobre el actual presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el francés Jean Todt, entonces director deportivo de Ferrari.
En el Gran Premio de Austria de 2002, sexta prueba del campeonato que ya contaba con cuatro victorias del alemán Michael Schumacher. Todt ordenó al brasileño Rubens Barrichello que dejara pasar al alemán, para reforzar aún más su primer puesto en el Mundial.
Barrichello dominó la carrera y tan sólo se paró a pocos metros de la línea de meta para demostrar que la victoria era suya y dejar paso a Schumacher, al que no lehacía falta la victoria para ser campeón del mundo.
Ese mismo año en el Gran Premio de Estados Unidos en el circuito de Indianápolis, con el título ya adjudicado, Michael Schumacher quiso devolverle la victoria de Austria y dejó ganar a Barrichello en el último instante.
Estas dos carreras, en una temporada dominada de principio a fin por Ferrari, que ganó 15 de las 17 carreras, de las que Schumacher se impuso en once, llevó a la FIA a prohibir las órdenes de equipo.
Massa, ¿reincidente?
Sin embargo, a pesar de esa prohibición en 2007, en el Gran Premio de Brasil, última prueba de la temporada, Felipe Massa ya tuvo que dejar su primer puesto a su compañero el finlandés Kimi Raikkonen, que gracias a ello consiguió el campeonato del mundo con un punto de ventaja sobre el británico Lewis Hamilton (McLaren) y Fernando Alonso (Mclaren).
A la temporada siguiente fue Raikkonen el que tuvo que dejar pasar a Massa en el Gran Premio de China, penúltima prueba del mundial, para que este finalizara segundo tras Hamilton. Sin embargo dos semanas después el brasileño perdería el mundial ante su público en la última curva de su Gran Premio.
La diferencia de puntos entre Alonso y Massa, 98 por 67, antes de la carrera y el hecho de que Fernando Alonso había sido el más rápido el viernes, el sábado y en la carrera de hoy domingo, obligó a Ferrari a pedir al brasileño que cediera su puesto al español, en la óptica de que este pudiera seguir en la lucha por el mundial.
Si Massa se encontraba en cabeza de carrera era porque el alemán Sebastian Vettel (Red Bull) le encerró contra el muro en la salida y le dejó el camino libre.
El director de carrera, Charlie Whiting, que ya pasó factura en el pasado Gran Premio de Gran Bretaña a Fernando Alonso por su adelantamiento al polaco Rober
Kubica (Renault), tras haber declarado en Valencia que la carrera había sido manipulada, enviaba un informe a los comisarios deportivos, que sancionaban a la escudería Ferrari con 100.000 dólares.
Ahora el caso queda en manos del Consejo Mundial de la FIA, presidido por el causante de la prohibición de las órdenes de equipos, Jean Todt, cuya decisión no servirá, en cualquier caso, para que las ordenes de equipo se sigan dando con más o menos discreción por parte de las escuderías.
EFE / Eurosport
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