sábado, 10 de julio de 2010

Broche de oro

La sombra de Johan Cruyff se dejará sentir en la XIX final de la Copa Mundial de la FIFA. Los once holandeses no son otros que los herederos del “fútbol total”. Frente a ellos un equipo en el que figuran siete jugadores del Barcelona, el club donde jugó el Flaco y cuya idiosincrasia incluye el mensaje del genial neerlandés.

Hay que remontarse a 1978 (Argentina-Holanda) para encontrar una final entre dos aspirantes en busca de su primer título mundial.

Los Oranje acuden avalados por una trayectoria perfecta: un pleno de victorias tanto en la competición preliminar (ocho) como en Sudáfrica (seis). Si vencen en la tercera final de su historia acompañarían al legendario Brasil de 1970, la única selección que ha logrado tamaña proeza.

La Roja, vigente campeona de Europa, confía en una generación excepcional para inscribir al fin su nombre en la base del trofeo más codiciado del mundo, e igualar así el doblete de Alemania, único país que ha conquistado la Copa Mundial de la FIFA dos años después de la Eurocopa.

La Mannschaft, cuya joven generación anuncia un futuro muy prometedor, y Uruguay, gran revelación de esta fase final y que ha confirmado del mejor modo posible su condición de grande, jugarán por la tercera plaza. Quienquiera que la consiga, no desmerecerá su puesto en el podio.

El menú
Uruguay-Alemania. Partido por el tercer puesto, estadio Bahía Nelson Mandela, Puerto Elizabeth, sábado 10 de julio, 20:30 (hora local)
Países Bajos-España, estadio Soccer City, Johannesburgo, domingo 11 de julio, 20:30 (hora local)

La cita
Holanda-España

“Fútbol total” contra “fútbol espectáculo”. La final de la Copa Mundial de la FIFA 2010 podría perfectamente marcar el inicio de una nueva era. Como la pintura, el deporte rey tiene sus épocas. El primer certamen mundialista en tierras africanas puede señalar de manera oficial el fin del hiperrealismo, para dejar sitio a la libre expresión artística. Wesley Sneijder y Arjen Robben son los dignos herederos de la Naranja Mecánica del decenio de 1970. Con una pequeña diferencia: poseen ese punto de locura que les permite llevar a cabo las ideas más audaces, las que levantan a los espectadores de sus asientos al unísono. El español Xavi, el hombre de los cien pases por partido, exhibe por su parte la regularidad y la precisión de un metrónomo. Su único problema consiste en decidir a cuál de sus compañeros, dechados de calidad, enviará sus magníficos balones: Andrés Iniesta, David Villa, Pedro... Y qué decir de la generosidad de Carles Puyol, enorme contra Alemania, o del ansia por vencer de Mark van Bommel, que se entrega en cuerpo y alma para liberar a Robin van Persie y compañía de las tareas más ingratas. Los dos equipos disponen de su plantel al completo. Si no les pesa la importancia del encuentro y son capaces de soltarse, nos aguarda un gran espectáculo.

El duelo clave
Thomas Mueller (GER)-Luis Suárez (URU)

Ambos futbolistas, sancionados, se perdieron el que hubiera sido el partido de sus vidas. Una cosa es segura, sus respectivos equipos acusaron claramente su ausencia. Pero entre los dos suman únicamente 43 primaveras, y simbolizan por tanto el fútbol del mañana. En un partido por el tercer puesto que garantiza el espectáculo, su regreso hará cambiar muchas cosas. Diego Forlán podrá volver a ocupar una posición más atrasada, para distribuir y disparar mejor. Miroslav Klose recupera al compañero que abre espacios para él, lo que quizás le permita alcanzar a Ronaldo en lo más alto de la clasificación de goleadores de la Copa Mundial de la FIFA.

Hemos oído…
“Me gusta el fútbol bonito, pero también quiero ganar. Cuando empecé mi labor hace dos años, les dije a los jugadores: ‘Tenemos una misión, y sólo hace falta que creamos en ella”, Bert van Marwijk, seleccionador de Holanda.

fuente: fifa.com

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