Sus fracasos en las primeras etapas del Tour sorprendieron a sus seguidores. Mark Cavendish, el rey del sprint, parecía incapaz de imponerse en sus etapas predilectas, dejando la victoria a velocistas menos cotizados. El jueves, por fin, el británico logró liberarse e imponerse brillantemente en la llegada a Montargis, bajo un sol de plomo."Cav" sigue ahíi, aunque menos impresionante que en anteriores ediciones.
Al cruzar la meta, Mark Cavendish levantó los brazos con una fuerza tal que parecía liberarse. El británico vivía como una humillación sus fracasos en los días anteriores, sobre todo el domingo y el lunes, cuando no pudo impedir las victorias del italiano Petacchi. Este jueves, a doscientos metros de la meta, "Cav" no dudó a la hora de dar una de esas aceleraciones que hacen de él un velocista único en el pelotón. Tras recibir las felicitaciones de sus compañeros del equipo HTC-Columbia, Cavendish subió al podio y no pudo retener las lágrimas. Lágrimas de alegría reveladoras del orgullo de un campeón herido.
Y eso que el rey del sprint sabe lo que es ganar en el Tour de Francia: cuatro victorias de etapa en 2008, seis el año pasado hacen de él una figura excepcional. Y aunque no tenga este año la capacidad de años anteriores, disminuido por una temporada difícil y por diversos problemas personales, Mark Cavendish demostró que aún no ha dicho su última palabra.
Andy schlek sera el ganador del tour, y lo demostro en la etapa 8 (el domingo), cuando el ultimo campeon A.Contador no lo pudo seguir en el palo q le pego sobre el final.
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