El seleccionado argentino masculino de básquetbol derrotó este lunes a Turquía en tiempo suplementario por 93 a 89 (81-81), en el partido que marcó el final de la preparación del equipo para el Mundial que se desarrollará en ese país, a partir del próximo sábado.
El seleccionado dirigido por Sergio Hernández se impuso con parciales de 20-19, 16-20, 16-22, 29-20 y 12-8, en un encuentro llevado a cabo en el Ankara Sports Hall, ante 9.000 espectadores.
Esta victoria le sirvió al seleccionado argentino para quedarse con la novena edición de la Efes Pilsen World Cup, torneo del cual también participaron Canadá y Líbano.
La figura excluyente del encuentro fue el escolta santafesino Carlos Delfino, quien marcó 30 puntos, bajó 8 rebotes (máximo rebotero del equipo) y dio 2 asistencias.
La calificación del trabajo de Delfino no sólo se sustenta en los números, sino en el liderazgo que el santafesino asumió en la etapa decisiva del encuentro, en la cual además del goleo, condujo con brillantez a sus compañeros.
Un escalón por debajo de él se ubicaron el ala-pivote Luis Scola (16 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias), quien terminó dejando la cancha por cinco faltas, y el base Pablo Prigioni (9 puntos, 4 rebotes y 13 asistencias, cifra que lo convirtió en el mayor asistidor del partido).
Sin embargo también habrá que mencionar lo hecho en algunos pasajes por Leonardo Gutiérrez (convirtió un par de triples importantes), Fabricio Oberto y Hernán Jasen, el autor del doble que llevó el partido a tiempo suplementario. En Turquía se destacó lo realizado por Semith Erden (15 puntos y 8 rebotes), Karem Turceri (14 puntos, un rebote y 2 asistencias) y Karem Gonlum (11 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias).
Durante tres cuartos, la altura, el juego interno y la defensa asfixiante de Turquía maniató a la Argentina, impidiéndole tomar el control del juego.
La supremacía turca se vio expresada en el último tramo del tercer cuarto, cuando en base a defensa y varios triples llegó a sacarle 14 puntos (58-14) a la Argentina, que dependió casi con exclusividad del goleo de Scola.
Esa tendencia se mantuvo en pié en buena parte del último cuarto (78-71), pero a partir de entonces los turcos comenzaron a relajarse y permitieron que la Argentina se metiese en el partido, aunque esa sensación pareció tambalear con la salida de Scola por cinco faltas.
Sin embargo ese fue el momento en el cual Delfino se cargó al equipo, y limó las diferencias, ayudado también por un par de conversiones de Leonardo Gutiérrez y Hernán Jasen, para llegar a los segundos finales con un apretado 81-79 en favor de los locales.
En esos instantes finales se produjo algo increíble: un jugador turco se demoró en la reposición de la pelota, el árbitro le cobró 5 segundos, Prigioni puso la pelota en juego, Jasen la tomó y metió el doble del empate. Tras un comienzo errático, la Argentina se adueñó rápidamente del suplementario y después del 84-82, se alejó en el marcador hasta ponerse 90-82.
Además de las actuaciones individuales, en una nueva ocasión habrá que destacar la actitud que tuvo el equipo, especialmente en sus peores pasajes del encuentro, para dar vuelta un resultado que a cualquier otro equipo lo pudo obligar a bajar los brazos mucho antes del final.
TURQUIA: Omer Onan (12), Karem Tunceri (14), Hedo Turkoglu (14), Karem Gonlum (11), Omer Asik (11) (fi), Ender Arslan (6), Cenk Akiol (4), Semith Erden (15), Sinan Guler y Oguz Savas (2). Entrenador: Bogdan Tanjevic.
ARGENTINA: Pablo Prigioni (9), Carlos Delfino (30), Hernán Jasen (6), Luis Scola (14)(x), Fabricio Oberto (fi); Federico Kammerichs, Leonardo Gutiérrez (12), Luis Cequeira (1), Paolo Quinteros (10), Juan Gutiérrez (3) y Román González (8). Entrenador: Sergio Hernández.
DYN
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