sábado, 28 de agosto de 2010
Banderazo
El corazón de Rosario vibró con las chicas del hockey. Unas 10.000 personas alentaron y participaron de una gran fiesta popular.
No importa lo que diga el programa oficial y el calendario. El Mundial de hockey arrancó anoche en un rincón emblemático para la historia argentina: el Monumento a la Bandera. Y en ese lugar, una multitud de 10.000 personas abrigó, emocionó y les dio ánimo a Las Leonas. La excusa fue la inauguración del Mundial que arranca mañana, pero fue en realidad el primer impacto, el golpe que puso al equipo nacional en el clima de locura colectiva que rodea a esta competencia. Las chicas argentinas llegaron temprano y fueron recibiendo desde su lugar a las personas que se acercaron a verlas. Se sacaron fotos, firmaron autógrafos, interactuaron con otras delegaciones asombradas también del calor popular. Lucha tuvo un fugaz y emocionado encuentro con sus padres, pero en todo momento intentó, en vano, no sobresalir del resto del equipo. Ella quiere dejar en claro que su lugar no está por ahora cerca de las cámaras. Rechazó de la mejor manera las notas, y aunque no logró eludir a todas, tuvo un perfil bajísimo y habló lo menos posible. Tiene la cabeza en el Mundial. Si tiene que sobresalir, lo hará en la cancha.
Antes de los discursos formales, Las Leonas animaron la fiesta. Desde sus butacas, empezaron a hacer la ola; sin mucho éxito de arranque pero cuando comenzaron a arengar al resto de las delegaciones, la idea prendió. Un periodista chino intentaba que alguien le explicara qué era eso. Con un aparatito de última generación, pedía a su interlocutor ocasional que le escribiera en castellano una explicación, que luego su chiche traduciría.
Después del himno que provocó la emoción de las chicas, y del discurso de Ayelén Stepnik -ex Leona y parte de la organización del torneo- que provocó la admiración de la platea masculina, llegó la hora del show: números de baile, con folclore y tango como banderas, y el cierre con una espectacular serie de fuegos artificiales, con el Monumento como telón de fondo. El premio mayor se lo llevó una chica vestida de jugadora argentina, que descendió desde lo alto del Monumento, atada con un cable a la cintura. Y arrancó la última sonrisa de la noche en la que Las Leonas tuvieron su banderazo donde nació la bandera, en el corazón de Rosario. Mañana les toca a ellas.
fuente: www.ole.clarin.com
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